Lo sé, no he escrito, hay un lagarto comiendo chorizo aquí desde hace demasiado tiempo. Pero veréis, Mi País de las Maravillas se ha trasladado. Ahora estoy en un pueblo la mar de auténtico. Está rodeado de pinares y plagadito de fábricas, que con la crisis están chapando.
En mes y pico me han pasado muchísimas cosas, y mis amigos me dicen que debería tener un blog. El comentario en sí me ha gustado bastante, porque eso significa que si tuviese un blog lo leerían. No obstante, RESULTA QUE TENGO UN BLOG! Y que no incluyo en él las historietas que me pasan. Pero es que veréis, cuando procedo a relatarle estas cosas a mi madre o a mi hermano, mi cadencia de voz, o mis gestos o vete a saber tú qué, son tan somníferos que sólo me piden que les cuente esas historias antes de irse a la cama o a la siesta. Poco a poco bajan sus persianas oculares, y me dicen "ya puedes apagar la luz...mmmm, qué gustito". Y ahí se quedan como sopas.De este hecho he deducido que las historias que cuento no son tan interesantes.
Sin embargo, en este mes y pico, una gitana me ha tocado una teta, le han dado de mamar dos veces a una niña con dientes mientras atendía, y he notado una presencia extraña en mi salón. Todo ello sin contar que he cambiado de casa, de trabajo y yo creo que hasta de personalidad.
En el mundo rural todo va tranquilo, la gente pasa por donde estás para ver qué te cuentas. Buscan trabajo como quien va a comprar el pan, con el mismo estilo. Es todo un universo.
¿Sabré amoldarme?¿Me sacarán motes? Es todo un reto personal y profesional, del que espero salir airosa. De momento ya he decidido que es imposible ir a correr, porque anochece casi a las 6, y a las 5 no le apetece a nadie hacer deporte. Con lo cual, la semana que viene me agarraré chanclas y bañador y hala, a la piscina a hacer unos largos.
Pero es que además estoy con las oposiciones, el Máster de Igualdad (becado, que no hay que perderlo), el CAP (que es el último año, que el próximo ya es un tostón de dos años...)y demás chorradas propias de la menda lerenda, que a veces parece que tengo el don de la ubicuidad.
En fin, que vivo una vida armoniosa y rural. Poco a poco he estado a punto de caer en el descuido de la vestimenta, porque aquí todo el mundo va de chándal y/o vaqueros, y yo, que siempre creí que ése era mi status natural, poco me ha faltado para ir en pijama al curro. Pero no, tengo una amiga glamourosa que me ha llamado la atención, y me dice que hay que tener "charm" e ir divina siempre. Divina divina no voy, pero mona, pues un poquito, lo que pasa es que hay un montón de rumanos y búlgaros, que los pobres están en paro, pero es que están toda la mañana, siempre, delante de mi puerta, y, ¿qué queréis que os diga? me siento un poco observada.
Más aventuras en próximas entregas.
Noruega
Hace 1 mes
4 comentarios:
El día que tengas Charm te meto dos Hostias, que no tienen charm pero sirven para que vuelvas a la realidad española y si quieres tengas encanto, que también se puede tener en pijama y chanclas. Y que quieres que te diga, tu vida armoniosa... no lo ha sido ni lo será nunca, entre otras cosas, porque tú buscas y disfrutas la discordancia de forma encantadora.
Jo Miguel, qué broncas que me echas cuando te pones efusivo :-)
Has visto que he vuelto a añadir tus blogs? besitos
No es bronca para ti, si no para los abducidos por la costumbre de plantar términos ingleses para conceptos que se pueden expresar perfectamente en castellano.
Y lo de buscar la discordancia no es bronca tampoco, es muy tuyo, te define, y te hace ser única.
Vale wapetón, eres todo un cielote. por cierto, que el término, está un poco chanchullero y es francés, ya sabes que voy más de ese palo. Jiji
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