Se arrastraba.
Reíamos.
Se cansó de arrastrarse y aprendió a caminar.
Nos preguntábamos si se perdería.
Se cansó de caminar, y aprendió a correr.
Nos preguntábamos si se caería.
Se cansó de correr y aprendió a volar.
Nos maravillábamos de lo que vería.
Ahora sabe arrastrarse, caminar, correr y volar.
El resto envejecemos en el palco.
Sabemos fumar, beber, cotillear y observar con los anteojos.
Ojalá hubiésemos puesto nuestro codo en el suelo cuando aún podíamos.
Reíamos.
Se cansó de arrastrarse y aprendió a caminar.
Nos preguntábamos si se perdería.
Se cansó de caminar, y aprendió a correr.
Nos preguntábamos si se caería.
Se cansó de correr y aprendió a volar.
Nos maravillábamos de lo que vería.
Ahora sabe arrastrarse, caminar, correr y volar.
El resto envejecemos en el palco.
Sabemos fumar, beber, cotillear y observar con los anteojos.
Ojalá hubiésemos puesto nuestro codo en el suelo cuando aún podíamos.
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