Era una noche extraña, la de Todos los Santos, un puñado de mujeres autosuficientes y proactivas, de esas que ahora se dedican a comerse el mundo, cenando y hablando de misterios. Cada una tenía algo que aportar, alguna experiencia escalofriante que relatar. Las mías eran más bien nulas, para qué nos vamos a engañar.
Pero esa noche una de aquellas chicas a la que hacía siglos que no veía me hizo el mejor regalo que he recibido en los últimos tiempos: me recomendó un libro. Me dijo "no lo pidas prestado, cómpratelo, merece la pena". Finalmente así hice.
Al principio pensé que se trataba de un libro más de autoayuda americano. Uno de esos que te repiten la misma tesis una y otra vez, como si tu CI fuera border-line.
Creo que leer un libro es como empezar una relación nueva. Empiezo de cero y pongo toda la carne en el asador. Creo que todo lo anterior tuvo su momento, pero que éste es el momento de algo nuevo, y que probablemente me ilusione como nada antes lo hiciera.
Tuve miedo, lo confieso. Pensé que iba a creer a pies juntillas lo que se defendía en el texto y que finalmente no iba a tener sino efecto placebo para mi moral. Una palmadita en la espalda para hacerme sentir mejor por unos días.
Eso de que si crees algo con fuerza y si lo deseas continuadamente se producirá...me sonaba a los niños estadounidenses en Navidad, a los que los padres no quieren decir la verdad, y les dicen que si creen de verdad en que volverán a ver a su difunto abuelo, tal vez vean alguna señal o prueba de que está ahí, y de que una campanita suena y un ángel consigue sus alas...patrañas. Ahí creas a un niño hipersensible a todo lo que ocurre a su alrededor, y sin los pies en la tierra. Cuando le nazca vello en las axilas, le salgan gallos,granos prodigiosos y se dé cuenta de la realidad, erradicará toda posible fe en lo que no sea puramente empírico. Vamos, que si a la gente la tratas como idiota al final le matas la inocencia y la ilusión.
Lo cierto es que no pude evitarlo. Seguí la dinámica propuesta en el libro. Y sí señores, me va mucho mejor. Me siento más tranquila, más segura, hasta más atractiva. Puede que funcione y puede que no. Pero en todo caso, la repercusión que está teniendo en mí es positiva, indudablemente.
Por ello, y como con una relación viva y romántica, estoy deseando llegar al sofá y ponerme con mi nuevo amor a concentrarme en él y sólo en él, a sumergirme en su mundo y ver la realidad de otro color con muchas mejores vibras.
¿Qué hay de malo en todo eso?
P.D. Os recomiendo "El Secreto"
Noruega
Hace 1 mes
1 comentarios:
Ya te lo dije..........Comparto enteramente cada una de tus palabras y además a mí me produjo el mismo efecto.
Ainnnnnnnnnnnnsssssssssssssssss
Una de las mujeres autosuficientes y proactivas que intenta comerse una pequeñísima parte del mundo cada día.
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