La piel que creaste ayer
lleva besos trenzados de hoy,
y alientos de la mañana
que susurran lo que soy.
No podría vivir en otra piel
que en la que tú me das y recibo,
ni tampoco en otro país
si mi piel no madura contigo.
Mi piel sobrevivirá a los tiempos,
a la ceguera y los abismos,
al miedo que de la nada tengo
y al pozo que llevo aquí mismo.
Mi piel se amoldará a tus manos,
se humedecerá con tu lluvia,
resplandecerá con cada Sol
y viajará siempre en tu busca.
Pero mi piel se hará pedazos,
y tú lo sabes,
si algún día de gris noviembre
dijeras de entre la penumbra:
"Ya no vestiré la piel de siempre".
lleva besos trenzados de hoy,
y alientos de la mañana
que susurran lo que soy.
No podría vivir en otra piel
que en la que tú me das y recibo,
ni tampoco en otro país
si mi piel no madura contigo.
Mi piel sobrevivirá a los tiempos,
a la ceguera y los abismos,
al miedo que de la nada tengo
y al pozo que llevo aquí mismo.
Mi piel se amoldará a tus manos,
se humedecerá con tu lluvia,
resplandecerá con cada Sol
y viajará siempre en tu busca.
Pero mi piel se hará pedazos,
y tú lo sabes,
si algún día de gris noviembre
dijeras de entre la penumbra:
"Ya no vestiré la piel de siempre".
1 comentarios:
Bello y con un final potente.
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