-"Lo único que me has inspirado por el momento son ganas que agarrarte de los pelos de la nuca y estampar tu mentón contra el bordillo, igual que Edwart Norton. Antes de eso, depilaría tus ingles con pinzas y miraría qué hay en tu fondo de ojo, pero sin linterna. Estoy segura de que, atado con los pies y las manos por dentro de la jaula de la perrera, no volverás a sentirte fuerte nunca más. Te mearías encima, seguramente defecarías, antes de que los perros derribasen los barrotes a dentelladas, contigo entre sus fauces. Tal vez te echaré después al mar, la sal sana las heridas, pero también las hace notar en lo más profundo, y obliga a gritar y retorcerse al más pintado. Regalaré tu cuerpo directamente a los comerciantes de órganos. Publicaré tu esquela 5 días después de tu muerte, y citaría a los expectantes a una fecha, hora y lugar equivocados. Llamaré a todos tus hijos, deseados y no deseados, legítimos y bastardos, y les diré que te has suicidado por su culpa. Te contaré ésto antes de que mueras, contigo delante, amordazado.
Machacaré en tu memoria todos tus éxitos, los atribuiré a otros próceres rivales tuyos. Exaltaré todos tus fracasos, escribiré sobre ellos una pentalogía, y añadiré otros de mi propia cosecha." -"¿Cómo te sentirás después?".
-"Los psicópatas no sentimos"
1 comentarios:
Me encantó el final. El resto ya no resulta muy agradable :-)
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