Son las pequeñas maravillas del día a día que se le quedan a una en la retina...
Blog personal de expansión literaria y terapéutica. Entra y descubre muchas maravillas para curiosear.
Son las pequeñas maravillas del día a día que se le quedan a una en la retina...
El verbo actualizar se ha puesto de máxima actualidad desde que Inet existe. Actualizo la página para ver si he recibido mi correo simplemente pulsando F5. Actualizo mi suscripción a podcast para ver qué nuevo programa hay que me apetezca escuchar a deshora. Actualizo mi perfil en la red social para vete a saber tú para qué fin (la verdad es que cada vez estoy más reticente a actualizar mi red social, porque se va llenando de gente con la que apenas contacto y a la que verdaderamente no creo que le interesen mis deslices cotidianos).
Como decía, el verbo "actualizar" se encuentra de candente actualidad. Y sin embargo, aquí me tienes, oh, tú, blog que siempre me recibes como una madre a la que no se llama por teléfono, aquí me tienes, digo, apartado de mi actualidad, auque no olvidado.
He de apuntar que es una buena señal que vuelva a escribir aquí tras más de dos meses. Eso significa que después de haber cambiado de trabajo, de casa, de coche y hasta de braguitas (quién lo iba a decir), por fin voy asentándome y sentándome al ordenador para emplearme un poco en estas profundidades reflexivas que a mí me alimentan el alma.
Ya sé qué significa encontrarse a una misma: después de estos dos meses lo he descubierto.
Básicamente consiste en sentirse de lujo. En cumplir pequeños sueños chorras como el de tatuarse con henna...Es mamar la motivación plena a cada instante, conseguir logros cosechados, celebrarlos hasta el hastío e ir a por más con la certeza de que voy por el camino correcto. Es tener ganas de hacerle tartas a todo el mundo y llevárselas a sus casas para trasmitirles agradecimiento por cada segundo de apoyo que brindaron desinteresadamente, y con el que coadyuvaron a que hoy tenga ganas de dar saltitos y palmadas al mismo tiempo. Es prometer con firme propósito de cumplir, que ahora sí que sí, que la alegría me da fuerza y voy a poder dedicarte el abrazo largo y sincero que te mereces. Que no tengo tantos amigos de verdad y que cada uno, en su manera y con su intensidad, me hacen sentir plena cada vez que disfruto de su compañía.
Por eso, esta actualización de mi blog, la dedico a una de las maravillas que nos regala este mundo, que es el sentimiento de gratitud...seguiré mascándolo para mis adentros, aunque no le conceda más literatura bloguera.
Los vídeos de la época...y lo cachondos que eran estos cuatro...Tengo nostalgia de algo que no viví.
Se trataba de varios edificios situados en una zona (Éfeso, Izmir, Turquía) en la que lidios y legeles ya estaban adorando a Cibeles desde el s.VIII . de C. Los edificios fueron nombrados por los griegos con letras del alfabeto, pero el edificio D era el más importante y al que más apuntan los anales de la historia. Era tan grande, tan fastuoso y maravilloso que tardó en construirse unos 120 años, durante los que excelentes arquitectos se pasaron el relevo. Fue destruído por los cimerios, un pueblo sobre el que casi todo son elucubraciones, pero se sabe que un milenio y medio antes les gustaba andar por las catacumbas।
La segunda vez que fue construido, lo hizo el arquitecto griego Quersifrón, y lo acabó su hijo, en el 550 A. de C. Era un templo al que acudían turistas, mercaderes, a adorar a la diosa y a dejarse los dineros.
Un día vino uno que quería ser famoso a costa de cualquier cosa. Hoy día seguro que se habría convertido en tertuliano o "cronista social", como los llaman ahora. ¿Cómo hacerse famoso sin producir nada? Destruyendo algo muy importante como era el Templo de Artemisa. Una tragedia, imaginaos, 120 años construyendo para que venga un gracioso...Lo incendió el 16 de Julio de 356 A. de C. Justamente, la misma noche que nació Alejandro Magno (que seguro que no se parecía en nada a Colin Farrell en la peli homónima). La leyenda dice que Artemisa no evitó el incendio porque andaba de comadrona en el nacimiento de Alejandro.
Las autoridades hicieron lo posible porque su nombre no quedase escrito en ningún sitio y así no consiguiese su propósito. A pesar de ello, un tal Estrabón metió la gamba hasta el fondo, a lo mejor también con ansias de fama, y escribió sobre él. Pero yo no voy a manchar este blog con su nombre.
Alejandro, cuando ya fue Magno, ofreció reconstruir el templo, a costa de su peculio, pero tal propuesta fue rechazada por los efesios. "Nos invades, nos conquistas, nos cambias los dioses ¿y ahora también nos haces templos?" podrían haber dicho (interpretación, personal, ojo). Lo cierto es que no lo hizo porque él era supuestamente un dios, y no queda muy aceptable que un dios construya para otro, como que bajas de caché o algo.
A la muerte de Alejandro Magno, en el 323 A. de C. volvió a reconstruirse el templo.
Pero los godos lo destruyeron en el 262 A. de C. Y claro, por aquella época ya les tocó convertirse al cristianismo. Ya sabéis que el emperador Constantino I El Grande, en el edicto de Milán del año 313 legalizó el cristianismo, y eso significó que se tenía que adoptar la religión, el santoral, la virgen...Lo cual era incompatible con Artemisa y la mitología griega. En fin, que las tendencias religiosas cambiaron, y ya no estaba "de moda" Artemisa, con lo cual nadie quiso reconstruir nada. Las piezas del templo se reutilizaron para otras construcciones, y ya veis lo que queda hoy día de aquella super catedral griega...
Con un simple gesto podía haberme cautivado, aquél chico marrón que me tenía embelesada. Yo era carne de cañón y él pura dinamita oscura e inflamable. Hablaba él de proyectos vitales, de esferas no conocidas por mí, decía que al otro lado podía existir cualquier realidad imaginable.
Un día el chico oscuro escenificó la concreción de mis sueños, un mundo en el que nadie podía resultar extraño. Se trataba de la convivencia entre todos los colores del arcoiris: el chiste verde, el rojo político, amarillo de la estrella de David, azul tribal. Él me hizo imaginar y desnudarme, yo me sentía en mi salsa. Me imaginaba por la vida sin pudor, y todo ello era cierto en esa dibujada realidad paralela.
El público en el auditorio le abucheaba. Yo, completamente desapercibida y sola, agarraba cada una de sus palabras como gallina al trigo. Él alimentaba mi esperanza.
Sinceramente, me da igual lo que afirman las corrientes catastrofistas que se curan en salud, yo conservo la esperanza, creo que este tiempo no es sino una purga de falsedades, y tengo ganas de dar todo mi aliento para desflorar la vida que me queda. Tengo ganas de lanzarme a la piscina y al océano de dudas, contradecir al realismo del Íbex y jugar a la sopa de letras con las de las hipotecas.
Tengo infinito deseo de que llegue la Primavera para que lo dejemos de ver todo en blanco nieve o gris de invierno. Para que se nos quite la manía que tenemos de dejar hibernar nuestros sentimientos, no sea que lleguen las vacas flacas.
Pero sobre todo, tengo ganas de hacerlo todo contigo hasta que muramos de inanición o de viejos. Recuerda, amor, que en el mundo que hay bajo la sábana, sólo estamos tú y yo.